El noroeste de Nicaragua fue sacudido el jueves por un terremoto de 6,2 grados
en la escala de Richter. Ayer, otro de 6,1 con más de 1 000 réplicas causó
pánico en la población y preocupación de expertos.
Las autoridades
decretaron la alerta roja o de evacuación en las provincias de Managua y León.
El presidente Daniel Ortega informó que el primer sismo dejó una muerta a
causa de un infarto.
El terremoto del jueves dejó al menos 38 heridos,
tres de ellos en estado delicado, y
1 000 viviendas dañadas, de acuerdo
con un balance preliminar divulgado ayer por el Sistema Nacional para la
Prevención, Mitigación y Atención de Desastres.
Nagarote, 40 kilómetros
al noroeste de Managua, fue la ciudad más afectada.
Ante las constantes
réplicas, que también se sintieron en El Salvador, Honduras y Costa Rica, el
Gobierno elevó la alerta amarilla a roja, de evacuación. Expertos
expresaron su preocupación por rajaduras, de hasta 2 centímetros, en la
corteza terrestre (Efe y AFP)